lunes, 26 de octubre de 2020

MI SUGAR DADDY

CAPÍTULO 0011 - MI SUGAR DADDY


Minako Saito


No hay nada peor que ser joven, tener deudas y que a pesar de tener un título universitario no te consideren por falta de experiencia laboral, es por eso que lo he estado meditando durante un largo tiempo y decidí que debía buscarme un sugar daddy al cual ofrecerle mi cuerpo y por suerte encontré a Satoru.

Un hombre unos años mayor que yo el cual resultó tener todo lo que buscaba y accedió a que nos viéramos hoy, mirándome en el espejo una vez más me coloque un par de tacones para no parecer de estatura media y termine por ponerme el vestido el cual se pegaba a mi piel haciendo resaltar mis senos y mi culo.

*****

Tomando un taxi me dirigí a la casa de Satoru el cual estaba en un barrio de clase alta y al utilizar la llave que me había enviado me puse a revisar mi futura casa, era bastante amplia con un gran comedor, cocina, dos baños y garaje, en la planta alta había una habitación matrimonial con su baño y tres habitaciones más las cuales estaban vacías.

Hasta que escuche la puerta abrirse y note a Satoru entrar, por lo que rápidamente baje a recibirlo como toda una buena novia.

-Hola Satoru… ¿Qué tal tu día?.

-Algo cansado, pero ahora que te veo Minako todo parece desvanecerse… por cierto las fotos que me enviastes no te hacen justicia, tú eres más bonita en persona.

-Gracias...

Sentandonos me tomo de la mano y no dejaba de mirarme de los pies a la cabeza y yo también hacía lo mismo, pero lo que sí resultó una sorpresa fue cuando me besó, sintiendo sus labios lo hacía con una pasión que solo me deje llevar.

-Besas muy bien… Pero ahora solo me gustaría verte modelar como los vídeos que me enviastes.

-Si es lo que quieres… lo voy hacer por ti.

Levantándome del mueble camine frente a Satoru el cual disfrutaba mirándome detenidamente hasta que al acercarme me dio una nalgada, que hizo que diera un pequeño saltó.

-Que buenas nalgas…

-Y ahora son todas tuyas… ¿Quieres verlas?

-Por favor… Pero solo quítate el vestido.

Bailando para él empecé a quitarme el vestido lentamente, quedándome solo con mis prendas íntimas.

-Gira… lentamente…

-Así…

-Perfecto… Pero ahora muéstrame tus tetas…

Quitándome el brasier cuando me acerque y subí sobre él, besándonos sus manos terminaron en mis nalgas y su rostro se hundió en mis senos.

Jugando con mis pezones los mordía con una dulzura que cuando sentí su pene estaba deseosa por convertirme en suya.

-Vamos a la habitación… Satoru

-Si es lo que quieres… ¡Adelanté!...

Tomándolo de la mano lo guíe y una vez dentro me tome mi tiempo para desvestirlo, empezando por su terno continúe con su corbata y luego solo rompí los botones de su camisa, pero cuando le quite su cinturón y desabroche su pantalón acaricie su pene por encima de su bóxer.

-¡Que grande!… Me gusta...

-Y es todo tuyo.

Teniendo un pene bastante generoso ahora sí que estaba acalorada pues un hormigueo subía por mi haciendo que me sonrojara y tragara saliva al revelar su pene.

Mis ganas pudieron más pues mientras Satoru se sentaba al borde de la cama y terminaba por quitarse los zapatos me acerque gateando hasta su pene erguido.

-Lamelo… ¡Ohhh!

Postrándome a sus pies se lo acaricie antes de empezar a usar mi lengua, recorriendo desde la base hasta su cabeza antes de devorar su pene.

-Se siente increíble… Que buena eres Minako...

Masajeando sus testículos succionaba su pene una y otra vez, mientras Satoru disfrutaba al máximo de mi mamada, con mis pezones endurecidos mis piernas empezaron a flaquear pues no podía evitar querer sentirlo dentro de mi.

-¿Que pasa ya quieres?...

Asintiendo llegue a subirme sobre él nuevamente su pene rozaba mi vagina la cual era cubierta por una tanga negra translúcida, mientras pasaba su lengua por mis senos, disfrutando ese momento no podía dejar de desearlo, mi instinto de mujer escapaba pidiendo sentir su pene.

-Nada mejor que unas tetas suaves…

-¡Ahhh!... No tires de mis pezones Satoru…

-Lo que tú órdenes… Mi pequeña...

Cerrando mis ojos disfrutaba al sentir como Satoru pasaba de uno de mis senos al otro y  cuando no estaba succionando alguno era un pellizco el que me provocaba un placer inconmensurable.

-Ya va siendo hora… ¿No crees?

-Ass… síii es…

Y así simplemente me cambió al tirarme sobre la cama, recorrió mi cuerpo con sus besos hasta que bajó a mi vagina y con las piernas abiertas me quito la tanga que traía, dejándome solo con mi liguero y mis medias simplemente empezó a darme placer llegando a recibir un exquisito sexo oral.

-No pares… Si continúa...

Con sus fuertes manos se aferraba a mi y la mejor parte era gemir como una loca para descubrir mi deseo oculto, hasta que se incorporó y tomándome por la cintura me puso en cuatro y me la metió con fuerza.

-Muy bien ahora ya tomé posesión de este sucio agujero...

-¡Ahhh… haaa!

Con un ritmo constante se movía con fuerza y yo solo estaba atrapada en un mar de placer al ser penetrada, con mi clítoris inflamado no pude evitar tocarme y al sentir mis dedos pegajosos los llevé a mi boca para probar mi sabor, sin tener piedad yo me arqueaba cada vez más al sentir como su pene entraba y salía de mí.

-Me corro… Pe...rooo... no te… detengas.

-No… te… preocupes… no… pen… saba… hacerlo…

Llegando a alcanzar un orgasmo cuando terminé nuevamente me cambió de posición, terminando él acostado bocarriba fui yo quien subió sobre Satoru y empecé a cabalgar, dándole el mejor plano al abrir mis piernas y tirando mi cuerpo hacia atrás le mostraba como su pene entraba en mi vagina.

-Tal vez pienses que es doloroso… pero se siente genial.

-Eso pensaba yo...

Penetrándome solo la mitad de su pene salía y volvía entrar pues cuando la sacaba completa solo la mitad parecía llenar mi vagina, sintiendo mis muslos temblar ya no podía más.

-Esto se siente increíble… 

-Disfrutalo porque es el comienzo de muchas noches… Minako.

-Es… ooo… espero….

Perdiendo por un instante la concentración, el estaba recostado mirando como alcanzaba un orgasmo y antes de volver a cabalgar me exalte pues Satoru se sentó y haciendo que estirara mis piernas las envolví en su cintura y tocando mis nalgas empezó a moverme hasta que sus brazos perdieron coordinación.

-Lo siento pero me voy a correr…

-Entonces hazlo dentro de mí… ¿Si quieres?...

-Aun no quiero embarazarte… Déjame gozarte… ¡Minako!.

Por lo que al escuchar esto me baje de Satoru y este se puso de pie sobre la cama, mientras el aroma de su pene bañado con mis fluidos llegaba a mi naríz antes de empezar a lamer y a mamar su pene.

-¡Ohhh!... Esto es lo que quería ver… una mujer que busca satisfacer a su hombre…

-¡Mierda!... ¡Me cooo… rrooo!... ¡Minakooo!

Llegando a ahogarme cuando su pene tembló, el semen brotó a chorros e hizo que me ahogara y como quería demostrarle que haría cualquier cosa por él, empecé a jugar con su semen.

-Sin duda alguna eres la indicada y si tú quieres puedes tener todo esto a cambio de tu fidelidad…

Escuchar esas palabras hizo que me lanzará sobre Satoru y terminamos recostados en la cama, sintiendo una dulce caricia cuando tiró de mi liguero supe que había encontrado a mi príncipe azul el cual no solo iba a cuidarme sino que también me haría el amor como todo un animal.

*****

Después de esto no pasaron ni tres semanas y mi vida la cual era complicada terminó por resolverse pues ahora tengo un hombre que me protege  y cuando me mira siento que una corriente viaja por mi cuerpo haciendo que me sonroje.

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