lunes, 26 de octubre de 2020

ATRAPANDO AL HOMBRE DETRÁS DE LA MÁSCARA

CAPÍTULO 0012 - ATRAPANDO AL HOMBRE DETRÁS DE LA MÁSCARA


KIMMY MOORE (Acosada)


Kimmy ha empezado a trabajar como decoradora de interiores en una gran empresa.

Sin embargo lo que no sabe es que tiene un acechador que le quiere poner las manos encima y empezará a acecharla haciendo llamadas anónimas y aunque al principio se asusta a medida que continúa sucediendo, Kimmy comienza a hablarle y amenazandolo con encontrarlo, pero al sentir que esto no funciona ella empezara a fantasear con un juego de rol donde él la viola.

Y ese día llegó pues cuando Kimmy sale a beber unas copas, las cosas se ponen feas al recibir una llamada de su acechador y al encararlo lo desafía a mostrarse pues si él puede colarse a su casa le permitirá tomarla, pero con lo que Kimmy no contaba era que él ya estaba dentro por lo que la toma por detrás y la pone contra las escaleras.

Haciéndola suya después de haber cumplido el  enmascarado pensaba irse tal como vino, mientras que ella estaba toda exhausta y aún algo incrédula por lo intenso que resultó todo, pero cuando le pide que se quite la máscara se sorprende al ver quién es y aunque ella está muy avergonzada la sensación que recorre su vagina es aún mayor.

*****

Todo mi vida he usado ropa holgada para evitar las miradas obscenas de los hombres, pero cuando me volví diseñadora de interiores nunca pensé que tendría en mi vida un acechador, el cual me llamaba durante todo el día y nunca me habló, pero sí podía escuchar su respiración.

Recibiendo sus cartas aquella persona estaba al pendiente de todo lo que hacía en el trabajo y aunque al principio sentía miedo, todo fue cambiando cuando empecé a escuchar su voz y supe que era como todos que solo deseaba ver lo que escondía debajo de mi ropa para hacerme cosas obscenas.

Pero nada como hoy después de salir del trabajo fui a beber con unas amigas y cuando volví a casa mi acechador me llamó, reclamándome como si fuera mi dueño no me dejó más opción que ponerlo en su lugar.

-¿Quien te crees que eres?... Acaso no eres tú el que me tiene miedo y por eso te escondes…

-.....

-¡Nooo!... si tanto me quieres porque no vienes a mi casa y me violas… maldito cobarde.

La verdad me sentía empoderada que no dudé y empecé a desnudarme, estaba tan ebria que le mande algunas fotos mías en ropa interior, pero lo que nunca esperé es que lo tendría tan cerca.

*****

Sin saber cómo, mientras la luz de la tarde que entraba por la ventana golpeaba mi rostro un hombre con pasamontaña se puso a mi lado y pude sentir su calor corporal.

-Pero… ¿cómo has entrado?...

Quedándome de pie cuando me sujeto, se comportó de una forma tan dominante y dulce, que cuando me beso de algún modo quise conocer al hombre que se escondía debajo del pasamontañas.

-¿Y tu novio?… No se va a molestar si te encuentra con otro.

-No tengo… pero eso es algo que tú ya sabes.

-Por supuesto. 

Acaso esto era una trampa de su parte para probarme, por lo que para averiguar la verdad decidí ir con todo, lanzándome a sus brazos fui yo quien lo beso esta vez.

No podía detenerme pues mis manos comenzaron a acariciar sus brazos y en mi mente ya estaba planeado todo lo que podíamos hacer, cerrando mis ojos podía sentir su respiración y yo estaba juntando mis piernas tratando de presionar mi vagina.

Posando sus manos en mis nalgas se sentía tan bien y mis pezones se pusieron tan duros que cuando lo noto las cosas cambiaron, dándome la vuelta el enmascarado desabrochó mi brasier y empezó a pasar sus dedos por mi piel para luego seguir con sus labios los cuales me hicieron olvidar por un segundo que estaba con un completo desconocido.

Pegando su cuerpo al mío sentí la dureza de su pene y con dulzura llegó a mis senos, jugando con ellos se tomó su tiempo antes de bajar sus manos hasta mis caderas.

Acariciando mi vientre bajó lentamente hasta mi mata antes de continuar y llegar a mi vagina con sus dedos, mientras sus besos recorrían mi cuello y subían hasta el lóbulo de mi oreja izquierda, mordiendo mi labio inferior con desesperación quería sentir algo más que sus dedos.

Apegando mi culo a la protuberancia de su pantalón yo podía sentir una electricidad recorrer mi cuerpo, hasta que con algunos pasos me guío a las escaleras solo para dejar que mi enmascarado tomara el control, terminando con las manos apoyadas sobre los escalones cuando bajo mi boyshort de encaje hasta las rodillas me sentí llena de placer.

Tomándose varios minutos para lamer mi vagina se la comía lentamente y yo me estaba derritiendo tanto, que le abrí mis piernas y levanté aún más mi culo.

-No pongas tu cara… ahí… aún no he tomado una ducha...

-Descuida… se ve que estás excitada como yo… ¿Verdad?.

-Yo no estoy excitada… y no lamas ese otro lugar… es vergonzoso.

-Pero te excita...

Volviéndose uno solo mis fluidos con su saliva, subía y bajaba lentamente desde mi clítoris hasta mi ano que fue donde empezó a meter sus dedos y como estaba tan deseosa de que me penetrara le suplique que lo hiciera.

-Por favor déjame sentir tu pene...

-Solo cuando me pidas que te haga mía.

-hazme tuya… Por favor…

-Si tanto lo deseas… será mejor que lo grites… De lo contrario no lo Vaz a sentir.

-Por favor ya no puedo esperar más… quiero tu pene.

-Como podría decir que no a eso...

Escuchando como bajaba su bragueta cuando comenzó a meterse en mi húmeda vagina, poco a poco me llenó lentamente y empezando a soltar mis gemidos yo disfrutaba del placer que me retorcía al explotar en el mejor orgasmo de mi vida.

-Apúrate… apúrate…  más profundo… ¡Ahhh!.

-Al fin tienes tú tan esperado premio.

Con lágrimas de alegría en mis ojos por el placer, su pene entraba y salía de mi vagina la cual se la devoraba por completo al estar frente a una bestia en celo con el único propósito de hacerme suya.

-Tu vagina es más cálida y húmeda de lo que esperaba… Kimmy.

-¡Asombroso!... ¡Vas tan adentro!... ♡♡♡♡.

Explotando una y otra vez me encontraba exhausta, mis brazos temblaban y lo mismo pasaba con mis piernas, pero él no conforme con esto me hizo gritar como nunca antes con un pene que se movía dentro y fuera de mi.

-Ojala pudiera cogerte siempre que quiera…

-¡Ahhh!... ¿Nooo?

Me estaba brindando el mejor sexo de mi vida, llenando mi vagina tuve que plantar bien mis piernas para no resultar herida pues con sus embistes me había hecho empezar a jadear y para cuándo ya no lo soporte más simplemente cedí, pero por suerte él se dio cuenta y me sujeto.

-Me caigo… ¡Ahhh!

Cargándome me llevó hasta el sofá donde me recostó y observé cada detalle de su cuerpo mientras se desnudaba para saber si lo conocía de alguna parte, pero en ese momento lo único que llenaba mis ojos era su pene.

Acercándose separó mis piernas y tiró de ellas antes de poder sentir su pene, acariciando su cuerpo estaba dispuesta a todo con tal de ver su rostro, pero la verdad era que cuando estaba dentro de mí sentía que las fuerzas me abandonaban.

-Asombroso puedo sentir las contracciones… de tu vagina.

-Es porque me estás destrozando por dentro… ¡Ahhh!

-Y no voy a detenerme hasta que estés completamente satisfecha…

Sin tener reparos se movía con fiereza y era dueño de mi cuerpo, mientras gritaba me estaba volviendo loca y después de un largo rato sin detenerse parecía que ya no le quedaban más fuerzas.

Estando ambos agitados mi vagina aún sentía su pene, pero él no sé movía en cambio si me complacía al jugar con mis senos, succionando mis pezones era un hombre con apetito voraz.

-Realmente tienes unos buenos senos… esto es genial… son tan suaves...

-No los estires… ¡Espera!...♡♡♡

Pareciendo todo un ninfomano antes de empezar a moverse nuevamente, de atrás hacia adelante me llenaba al embestirme y yo solo quería refregarme aún más a él, mientras su aroma me invadía nos besábamos y quería que me siguiera dando el placer que necesitaba, mientras sus manos acariciaban mis senos percibí sus espasmos involuntarios y supe que me entregaría su semen.

-Ahora tu vagina será toda mía… me estoy viniendo Kimmy.

-Puedo sentirlo está llenando todo mi interior… me están manchando con tu semen.

-Y tu vagina se pone más apretada… al recibirlo.

-¡Ahhh!... ¡Haaa!... Ha sido demasiado… me estás haciendo venir...

-Ese es tu castigo por irte de fiesta… ahora tendrás que recibir hasta la última gota.

Por lo que cuando terminó dentro de mí el líquido cálido que llegué a sentir hizo que torciera los dedos de los pies pues de algún modo me había vuelto uno con un completo desconocido.

No pronunciamos ninguna palabra y solo nos acostamos juntos, abrazados solo recuerdo que me acarició dulcemente y nos besamos hasta que intente quitarle su pasamontañas.

Levantándose me miraba y cuando vi que tomaba sus cosas para irse tuve que pedirle que me mostrará su rostro.

-Espera tú eres… Christian… el que hace la limpieza en la empresa.

-Así es…

Sintiéndome algo avergonzada Christian era el único que me respetaba y no se burlaba por cómo me vestía, pero ahora que me había hecho suya y de alguna forma la sensación de perderlo hizo que me paralizará.

Terminando por irse de mi casa me quede sola en el sofá hasta la mañana siguiente cuando volví al trabajo  y aunque todo transcurrió con normalidad, fui yo quien tomó la decisión de pedirle que continuara acechándome y al intentar dejarle una nota junto a sus escobas está decía.

-Tal vez aún use ropa holgada, pero debajo de esta mi vagina permanece mojada al recordar la noche más loca de mi vida… Y no sé tal vez mi acosador puede volver a faltarme el respeto.

Lo que no sabía es que Christian estaba detrás mí, por qué cuando sentí un escalofrío gire para verlo frente a frente y le alcancé la nota, la cual leyó y mientras se reía supe lo que estaba a punto de pasar, pero lo que no esperaba es que se pusiera su pasamontañas para llevarme a la fuerza a una oficina vacía.

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