lunes, 26 de octubre de 2020

JUEGO PELIGROSO

CAPÍTULO 0005 - JUEGO PELIGROSO

Kaoru Yamada (Madre)/ Sango Tachibana(Hijastra)


Desde hace unos días mi padrastro llegó a vivir a la casa que compartía con mi madre y aunque al principio no me agradaba poco a poco, nos conocimos e iniciamos un juego que nos llevó a tener sexo en todos los lugares de la casa.

Como hoy que estaba sentada en su regazo mientras sentía su pene y escuchando su explicación de la tarea que me faltaba completar, cuando de pronto me ofreció un regalo.

Al principio no sabía que era, pero luego de morder mi lóbulo izquierdo me susurró al oído.

-¿Quieres jugar a algo nuevo después de que tu mamá vaya a visitar a la vecina?...

-¿De qué se trata?

-Abre tu regalo...

-Espera acaso es el tapón anal que me prometiste.

-Para mi niña cualquier cosa... 

-¡Gracias!...

-Y ahora recuéstate en la cama... Vamos a colocarlo...

Subiendo mi falda, baje la tanga que Ichiro me había comprado y al ver cómo lubricaba el tapón con una loción tome mi posición, recostada boca abajo separé mis nalgas.

Dejando caer un poco de loción sobre mi ano de pronto sentí como metió parte del tapón.

-Respira hondo...

-Lo que tú digas Ichiro-Otosan

Terminando de meter todo el tapón en mi ano, sentí como una corriente subía por mi espalda, cuando de pronto escuchamos gritar a mi mamá.

-Ya me voy... Nos vemos más tarde.

Escuchando la puerta cerrarse, Ichiro beso mis nalgas antes de salir de mi habitación.

-Te espero abajo y no corras...

-Enseguida bajo.

Levantándome poco a poco sentí como el tapón hacia su trabajo y al estar deseosa de ser cogida empecé a desnudarme.

Quitándome todo me mire en el espejo y al girarme vi como apenas el tapón se veía, haciendo que me mojara con cada paso que daba al bajar por las escaleras, más que una tortura el placer era lo que me gobernaba.

*****

Después de que mi esposa se fuera, me quite la ropa y espere por Sango, la cual demoró para bajar y al ver cómo estaba se acercó.

Empezando a acariciarla moje mis dedos con sus fluidos antes de darle una nalgada, viendo cómo cayó al suelo pensé que se me había pasado la mano.

Hasta que se acercó gateando y empezó a masturbarme.

-Se siente bien... Me pregunto que debería hacer.

-No tienes remedio.

Besando mi pene poco a poco se lo llevó a la boca, jugando conmigo se divertía al meterlo todo por la boca. 

-Te has vuelto buena Sango-Chan

-¿Verdad?...Quiero que lo disfrutes... ¿Estás temblando?.

-Es porque tú mamada se siente increíble... Sango-Chan.

-Me alegro...

-Increíble eres como toda una profesional.

Disfrutando de su mamada quería explorar y aunque estaba en mi límite sabía que tenía que guardar energía, por lo que tome asiento en el mueble y ella siguió con sus juegos.

-¡Ahhh!... Sango-Chan... Increíble... Me voy a correr

-Puedes hacerlo en mi boca... Lo tragare todo Ichiro-Otosan

Golpeando su mejilla una pequeña protuberancia se formó y apretando mi pene explote y dejé salir mi semen.

Manteniéndola así por un rato vi como ella pasaba mi semen antes de mirar y reír.

-Te viniste demasiado

-No debí hacer que te esforzaras.

-Pero es tu semen y quería beberlo...

Levantándose poco a poco se dio la vuelta y se dejó caer sobre mí pene, sintiendo sus nalgas empezó a mover sus caderas y provocó que mantuviera mi erección a tal punto que estaba deseoso por sentir su ano.

-Este pene que me es infiel y que se levanta por los grandes pechos de mamá... Lo hare mío.

-¿De qué hablas?

-Tal vez yo no pueda hacerte un paizuri pero puedo hacerte un buttjob...

-¡Ohhh!... 

Viendo cómo separo sus nalgas, empezó a masturbarme utilizando estás y así mientras disfrutaba ,deje caer el resto de la loción.

Teniendo una buena visión ella se esforzaba para no perder contra su madre la cual siempre me hacía un buen paizuri.

-Tu pene se está sacudiendo...

-eso es porque esto es mejor que tener unos pechos...

-Espera qué haces...

-Lo siento Sango-Chan ya no puedo aguantar...

Tomando el control esta vez fui yo quien la puso sobre el sofá y al subir sus piernas le quite el tapón antes de proceder con mi pene el cual estaba manchado con loción y poco a poco fui entrando.

-Hazlo lentamente ¿de acuerdo?.

-Lo siento la loción es más resbalosa de lo que esperaba.

Iniciando lento de un momento a otro sentí como mi pene se perdió al abrirse paso por si mismo en tan estrecho orificio, el cual apretaba y podía sentir lo caliente que estaba por dentro.

-Estás bien Sango-Chan

-Sácalo... Estas haciendo que me corra... y De algún modo se siente más de lo usual.

-Y todo gracias a la loción...

-Esa sensación es increíble... ¡Ahhh!

Disfrutando mutuamente nos habíamos olvidado de la relación familiar que teníamos y ahora en la casa solo había un hombre y una mujer, que sucumbían a su instinto más primitivo al estar bañados en sudor.

Donde los movimientos provocaban gemidos que poco a poco se convertían en jadeos, pues mi única meta era hacer que Sango se sintiera bien. 

-Sango-Chan... Siento que voy a correrme pronto.

-¿Puedes aguantar Ichiro-Otosan?...

-Solo un poco más... Pero descuida te haré venir.

Tomándola le di la vuelta para que terminará en cuatro, mientras con mis manos buscaba un punto sensible, presionando su monte de venus baje hasta su vagina donde me encontré con su punto más sensible..

-Siii continuas... empujando así... Mientras pellizca mi clítoris... Me correré antes que tú.

-Entonces hazlo...

Temblando sus piernas cedieron y todo mi peso callo sobre ella, pero aún así continúe pues mientras Sango manchaba el sofá yo le proporcionaba el placer que hasta hace unos días no conocía y así fue como después de unos minutos logré llenarla.

Vaciando mi semen dentro de ella, nos mantuvimos pegados quien sabe por cuánto, lamiendo el sudor de su espalda una vez más habíamos terminado siendo solo uno.

Lo estoy sacando...

Hazlo delicadamente, ¿está bien?...

-Me corro... De nuevo... Ahhh!...

-Relájate... Sango-Chan...

Ayudándola a levantarse ella se sentó a mi lado antes de volver a su habitación, recogiendo todo subimos lentamente mientras dejábamos un rastro de semen que escapaba de ella.

-¿Te gusto?... Sango-Chan...

-Me encanto... Ichiro-Otosan...

Y todo estaba bien hasta que de pronto sentimos como la puerta se abrió, escuchando la voz de mi esposa está ya estaba dentro por lo que rápidamente subimos.

-Ichiro... Sango-Chan... traigo pastel... De tres leches...

-Ya bajamos...

Dejando a Sango en su habitación, yo rápidamente me fui a cambiar y cuando bajamos mi esposa ya estaba repartiendo el pastel.

Y aunque no sospecho nada no sentamos a comer, conmigo en la cabecera podía sentir como Shizuko, acariciaba mi pene por debajo de la mesa, pero qué le puedo decir yo sí esto es parte del juego.


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