CAPÍTULO 0003 - UN DIA COMO CUALQUIER OTRO
Andromeda/ Ren Takahashi/ Suzume Mori
PARTE 1
Todo comenzó una tarde calurosa y como siempre me puse a caminar por la avenida donde yo y varias chicas solemos trabajar como prostitutas.
Esperando algún cliente hasta que un enorme marrano apareció, de esos sujetos con los que sueñas jamás toparte y no me refiero a su apariencia me refiero a esos sujetos que te hacen cosas que no son buenas de mencionar.
Ya me habían advertido de aquel sujeto y aunque de inmediato le dije que no pensaba ir con él, siguió insistiendo a tal punto que se bajó furioso e intentó darme una paliza.
–maldita… en serio crees que voy a aceptar un no por respuesta.
–Sueltame me lastimas…
–Sube al auto de una vez y vámonos.
Viendo la escena las demás chicas ninguna expresó nada y solo agacharon la mirada al ver cómo aquel hombre me subía al automovil a la fuerza, pensaba que estaba perdida y de no ser por aquel grafitero quien sabe lo que me habría pasado.
****
Caminando como siempre encapuchado con mis audífonos puestos aún faltaba un par de horas para encontrarme con Ren mi compañera de aventuras con la cual trabajaba o mejor dicho solía hacer bandalismo al pintar las calles.
Metido en mis asuntos observaba detalladamente el dibujo que teníamos planeado hacer cuando algo llamó mi atención, un ángel en apuros a la cual decidí ayudar sin pensarlo dos veces al ver cómo era sometida por un sujeto que la haría sufrir.
Corriendo en su auxilio empuje a aquel sujeto que de inmediato intentó responderme.
–¿Acaso eres su dueño?... Pienso pagarte bien por su tiempo.
–Estas borracho y por lo visto ella no quiere ir contigo.
Escondiéndose detrás de mí aquella chica esperaba que aquel hombre se fuera, pero este siguió tratando de llevársela, intentando jalarla no tuve más opción que ponerlo en su sitio y aunque no lo golpee si lo tiré al suelo.
–Largate… Y no quiero verte más por aquí molestando a mi chica.
Levantandose de muy mala gana volvió a su automóvil y se fue mientras yo volteaba a ver qué aquella chica estuviera bien.
–Gracias por eso… me salvaste
–No tienes que agradecer solo hice lo correcto al ver a alguien en problemas.
–Por cierto me llaman Andrómeda… Y me gustaría agradecerte de alguna manera.
Tomandome de la mano me llevó hasta un callejón donde había un letrero que mostraba un motel escondido.
–Tienes un lindo nombre… y aunque me gustaría, no creo que esto sea lo correcto Andrómeda-san
–Es lo menos que puedo hacer después de que me salvaste.
Mirando mi reloj aún faltaba tiempo y aunque Andrómeda dijo que no me cobraría no sabía si entrar con ella, pero al ver su escoté todo cambio y no pude negarme.
–Esta bien entremos…
Caminando de la mano pasamos la recepción como si nada y mientras recorríamos el pasillo los gemidos y gritos de las prostitutas resonaban detrás de las puertas, esto provocó en mí una erección que se hizo notoria ante los ojos de Andrómeda.
–Llegamos… Adelanté…
–Las damas primero… Por favor.
Entrando todo me pareció algo normal en especial la luz roja de la habitación que nos bañaba y aunque sabía que era una prostituta la trate como si fuera alguien especial, tomando asiento en un mueble desgastado espere que ella se acercara, besando la parte de su abdomen descubierto fui bajando hasta que desabroche su shorts jeans.
Y al ver cómo ella se quitaba la blusa y el brasier empecé a acariciar su vagina por encima de su interior de encaje, haciendo que se mojara al sentir como pellizcaba su clítoris y mi dedo medio se deslizaba entre medio de sus labios vaginales.
–Aunque disfruto ver la expresión de tu cara ya no puedo aguantar más…
–Entonces recuestate y déjame hacerte feliz…
Subiendo sobre mi ella me mostraba todo su trasero y de pronto sentí como bajo mi bragueta y sacó mi pene para ofrecerme una buena mamada.
–Es increíble… Se te está poniendo tan grande… Ahhh!...♡♡♡♡
–T… Tu vagina está tan húmedaaa…
– ¡Yaaah!... E...Est… estoy sintiendo tu lengua… ¡ahhh!
Dándonos placer mutuamente cada vez que succionaba y bebía de su néctar ella más apretaba mi pene con su mano, evitando en todo momento que eyaculara ella parecía conocer su negoció.
–Si justo allí… mmm…
–Ya eeestooyy listo para más…
–Entonces vayamos a la cama… ♡♡♡♡
Rodeando sus caderas camine hasta la cama mientras hacíamos el 69 de forma vertical, hasta que solo la arrojé para ver cómo abría sus piernas y se acariciaba.
–Vamos ven ya quiero sentirte dentro de mi…
Acercándome a ella en todo momento con el deseo de poseerla, se cubrió la vagina con una mano y me detuvo a unos cuantos centímetros, aunque estaba algo confundido cuando vi que me ofreció un condón me lo puse de inmediato y procedí a penetrarla.
Manteniendo mis embestidas en todo momento, ella me dejaba jugar con sus senos mientras ella clavaba sus uñas en mi espalda.
–¡Ahhh!... Estooo se sienteee bien… Pero no olvides que soy una prostituta…♡♡♡
–Lo se.
–Entonces cógeme de forma violenta.
Fue en ese momento que me deje llevar dándole mis embestidas con demencia, puse mi mano en gran parte de su cuello y mejilla para continuar con movimientos rítmicos y violentos.
–¡Ahhh!... ¡Yaaah!... Ahora lo haces demasiado duro.
Viendo en su rostro algo de dolor provocó que yo quisiera ser más violento, cubriendo su cuello con mis dos manos la sujetaba tan fuerte que sus ojos se abrieron y aún así me regalaba una sonrisa o tal vez era mi imaginación.
–Tu vagina se siente tan deliciosa…
–Eeesstooo… Es genial, pero no te muevas de esa forma por qué estas llegando hasta el fondo.
Dejándola respirar por un momento al ver como tomaba aire me concentré en sus senos, apretando y succionando ambos pezones jugaba con cada uno pasando de derecha a izquierda.
Hundiendo sus pezones como si fueran botones jugaba con sus senos hasta que me canse y le di la vuelta poniéndola en cuatro me acerque por detrás y la volví a penetrar.
Dejándola sorprendida su vagina calzo mi pene a la perfección con tan solo una embestida y al ver cómo se arqueó continúe con mis movimientos dándole placer continuo.
–Pooor favor…♡♡♡… ve más lento… ¡Ahhh!.
–Lo siento pero no puedo controlarme… Tu vagina se siente muy bien…
Apretando sus caderas el sonido que provocaba sus nalgas al chocar con mi pelvis era música para mis oídos y ni que decir de sus jadeos quejumbrosos al ser cogida de esta manera.
Me había vuelto loco al cogerla de esta manera, pero al mirarla bien note algo lo cual provocó que por unos segundos mi semen quisiera escapar.
–Acaso eres virgen…
–¡Hyaaa!?... No lo extiendas de esa forma…
Notando de inmediato como tembló cuando separé sus nalgas y sople en su ano, supe que debía ser el primero en profanar tan lindo agujerito.
–Quisiera introducir mi pene… Pagaré por usarlo…
Esperando alguna respuesta y al verla que no decía nada recordé un viejo refrán, el que calla otorga y así di mi última embestida a su vagina y cambie de orificio.
Lubricandolo con mi saliva pase a quitarme el condón y me arriesgue.
–Valla si que estás apretada…
–¿Uhhh?... Se gentil… ¡Ahhh!...
–Y así es como se siente estar dentro de tu ano…
Moviendo su cabeza de izquierda a derecha podía ver cómo intentaba soportar el dolor, tomando mi tiempo contuve mis embestidas hasta ver que ella estuviera bien para luego volver a moverme.
Penetrando su ano mi pene se perdía en tan estrecho agujero el cual a pesar de estar siendo usado se ponía más estrecho e incluso palpitaba, mientras ella alcanzaba un orgasmo por su vagina.
Explotando en tan fuerte orgasmo su espalda se arqueó y fue cuando tiré de su cabello, susurrando algunas palabras en su oído ella intentó negarlo pero después de unos segundos lo acepto.
–Derrepente te has puesto más estrecha… Andrómeda-san... No me digas que tú culo es tu punto débil… ¿Acaso me equivoco?...
–¡NO… Nooo!... Eso no…
Negandolo por unos segundos, esto hizo que la volviera a penetrar de golpe.
–Tu… tu pene en mi culooo… se siente… se siente muy bien…♡♡♡
–¿Qué tan bien?...
–!Muy bien!… es tan maravilloso… que… siento que voy a tener un nuevo orgasmo.
Continuando con mis embestidas brutales me deje llevar y ya no lo soporte más, explotando dentro de ella, llene su ano con mi semen y solo deje que este fluyera.
–¡Ahhh!... Te has corrido dentro de mi… Culo.
–¡Lo siento!...
–¡Descuida!… Des… cuida… y paraaa... la próxima si te vas a ve… nir, por favor dímelo.
Quedándome recostado sobre ella solo bese su mejilla y al ver el reloj de la pared me percate que ya me había hecho tarde, por lo cual rápidamente me vestí y tome mis cosas.
Mientras ella me miraba algo confundida.
–¿Ya te vas?...
– Si, tengo algo que hacer…
Sacando de mi pantalón un billete se lo ofrecí y me despedí, dándole un beso en los labios.
–¿Y esto?...
–Es por dejarme ser el primero en usar tu culo…
Pasando a retirarme salí presuroso de aquel motel, para ir en busca de Ren mi compañera de bandalismo y fue en aquel momento que me di cuenta que no le había dicho mi nombre a Andrómeda.
PARTE 2
Y mientras yo volvia con mi esposo de hacer las compras, discutíamos sobre si saldríamos a buscar una nueva compañera de juego para pasar el rato o llamaríamos a alguna conocida.
–Ya tienes en mente a quien podemos invitar…
–Me gusta Mary-san… Pero suele ser muy dominante.
–Ya se que te gusta tener el control, pero Mary-chan es la única que puede venir hoy.
Fue entonces que de la nada vi a una chica de piernas largas pintando el portón de la cochera y de inmediato le dije a mi esposo.
–La quiero a ella Toshi-kun…
Reaccionando de inmediato a mis palabras Toshi supo que aquella chica sería nuestra nueva compañera de juegos.
–Lo que sea por ti Suzume-chan…
Deteniendo el automóvil rápidamente baje detrás de Toshi, el cual al ver cómo aquella chica intentaba escapar corrió para detenerla y una vez que la atrapo, mientras yo le abría la puerta de la casa la hicimos pasar.
Grande fue mi sorpresa al percatarme que se trataba de Ren, una delincuente con antecedentes policiales.
–Un momento yo te conosco, tu eres Ren…
–Y tu eres la esclava del juez distrital… Haces todo lo que él te pide.
–Y dónde está?... Kuro-san tu compañero de bandalismo.
–Por suerte para Kuro-senpai se salvó al no venir.
****
Sintiendo la mirada de aquel hombre sobre mí, sentía que algo malo estaba por pasar y eso de alguna forma me excitaba.
–Bueno Toshi-kun creo que va siendo hora de llamar a la policía, para que vengan por esta hermosa ratoncita.
–¡Espera!... No creo que sea para tanto…
–Lo había olvidado… una más y te ibas detenida verdad… Es una lástima.
Viendo cómo trataba de jugar, sabía que algo quería y aunque parecía ser una mujer que lo tenía todo en su casa tenía que preguntar.
–Bueno hablemos sin rodeos… ¿Que quieres?.
–A ti… Te quiero a ti.
–Espera ¿qué?...
–Ya lo dije.. Te quiero a ti… Ren-san
Sintiendo su respiración cuando se acercó y me beso, supe que me había metido en serios problemas, pero aún así tenía que hacerlo si quería evitar ir a la cárcel y así fue como comenzamos a besarnos apasionadamente.
Mientras que Toshi al vernos de esa manera solo paso a retirarse.
–Bueno, Suzume-chan, voy avanzando… Las espero arriba.
Continuando con nuestros besos sus manos empezaron a tocar mi cuerpo y poco a poco empezó a desvestirme por lo cual también empecé a quitarle su ropa y al estar una frente a la otra me dio un último beso y me guió hasta la habitación.
Subiendo las escaleras cuando entramos a la habitación, nos encontramos con Toshi completamente desnudo recostado sobre la cama llevando un antifaz que no le permitía ver nada.
–Ahora Toshi-kun… muéstranos tu pene… Está tibio… sientelo.
Quitando sus manos nos mostró su pene y al acercarme me sorprendí, ya antes había jugado con algunos penes, pero está era la primera vez que veía un pene de ese tamaño en especial al masturbarlo con ambas manos parecía que aún faltaba cubrirlo, por lo cual también empecé a ayudarla hasta que de la nada suzume me pidió que se lo chupara.
-Deberías darle una probada Ren-san…
Regalándole una sonrisa de inmediato me lleve el pene de su esposo a la boca y al meterlo por completo en mi boca sentí como tocó la campanilla de mi garganta, por lo cual tuve que retirar su pene para no ahogarme, pero aún así lo lamí como si fuera una paleta.
–Qué es esto… El olor de su pene se va directo a mi cabeza.
–Déjame ayudarte Ren-san… Yo también lo haré…
–Por favor… sean gentiles o me harán venir…
–Y qué vas a hacer Toshi-kun… Castigarnos.
Jugando con Toshi, este paso a quitarse el antifaz y nos empujó a ambas, colocandonos bocabajo empezó a tocar nuestras vaginas.
–Por favor no la abras mucho…
–Sus vaginas tienen un lindo color… Que es esto… Están demasiado mojadas… ¿A casó se pusieron mojadas mientras jugaban con mi pene?.
–No es cierto…
Negando en todo momento lo que él decía, cuando sentí como abrió mi vagina y metió su lengua, disfruté de aquel orgasmo.
–Son tan traviesas…
–Puedes hacerlo más fuerte Toshi-kun…
–Lo que tú digas Suzume-chan.
Tomándose su tiempo iba de mi vagina a la de su esposa hasta que se separó y acomodo a Suzume para ser penetrada.
–Ren-chan… ¿Quieres ver como un pene se pierde en la vagina de una mujer?... ¿Deseas ver eso verdad?.
Abriendo las piernas de Suzume acercó su pene y de un solo golpe la penetró, llegando a arquearse sintió un placer que la hizo empezar a gemir.
–¡Ahhh!...
–¿Acaso te duele Suzume-chan?...
–Solo un poco…
–Mira Ren-chan… mi pene entra y sale de la vagina de Suzume-chan.
Mirando de cerca me subí sobre Suzume y haciendo el sesenta y nueve empecé a pellizcar su clítoris, mientras ella jugaba con mi vagina.
–El clítoris de Suzume-san se hinchó… y debe sentirse mejor al sentir como el pene de Toshi-san entra y sale de su vagina.
–Ah… Es… Stooo… se siente muy bien y es por eso que voy a hacer que te sientas… muy bien...♡♡♡
Sintiendo como su lengua recorrió toda mi vagina para cuando succiono mis jugos no soporte más y empecé a decirle a Toshi que me tomara.
–Yo también quiero… quiero tu pene dentro de mi, por favor Toshi-san.
–Lo que tú digas Ren-chan, pero primero déjame acabar dentro de Suzume-chan… ya falta poco.
Viendo cómo daba sus últimas embestidas cuando se detuvo vi como Toshi cerró sus ojos y Suzume se arqueó al sentir como su vagina era cubierta con el semen de Toshi, explotando dentro de ella la ayudó a cerrar las piernas y la puso de costado.
–Ahora deja que mi esperma haga su trabajo… Suzume-chan…
–Sigo yo… Toshi-san… vamos cógeme…
Poniendome yo misma en posición me puse en cuatro y al acercarse por detrás me penetró de golpe.
–Solo relájate… Está bien.
–Me gusta… Realmente me gusta… Estás llenando toda mi vagina… Toshi-san...♡♡♡♡
Dando rienda suelta a su lujuria me penetraba con demencia y a pesar de haber llenado a Suzume su pene aún seguía duro como una piedra.
Perdiendome en el placer de su pene le pedía que me penetrara con más fuerza y él lo hacía, estaba disfrutando de este momento y al sentir un orgasmo cerca me sostuve del respaldo de la cama y ahogue mi grito al morder mis labios.
-¿Lo sientes?... La punta lo está golpeando.
–Toshi-san… No hagas eso… Mi abdomen… Se siente raro ahí abajo.
–Solo aguanta un poco… Te sentirás muy bien pronto.
–Así es solo sopórtalo Ren-san…
Acercándose a mi intercambie besos con Suzume, mientras Toshi me penetraba y yo sentía que estaba por perder la consciencia al alcanzar un nuevo orgasmo.
Mis piernas temblaban y al estar a punto de ceder fue Toshi quien sostuvo mis caderas y siguió cogiéndome como un animal.
–Tu pene se hizo más grande dentro de mi… No tan violento…
–Tal vez esté apunto de estallar… ¡ahhh!.
–Siento que vas a romperme… Toshi-san…
Fue en ese momento donde dejó caer todo su peso sobre mí y sentí como su semen explotó dentro al llenar cada pliegue de mi vagina.
–Te viniste un montón dentro de mí… Voy a quedar embarazada.
–Descuida Ren-chan… solo tienes que tomar esta pastilla y así podrás seguir jugando sin preocuparte de quedar embarazada.
Ofreciéndome una pastilla al verla supe lo que era y de inmediato la acepté, después de todo me preocupaba quedar embarazada y al verlos ahí en la cama supe que debía irme por lo cual me levanté.
–Espera… a dónde vas… Ren-san
–Bueno, verás Suzume-san… Kuro-senpai quedó de venir a verme.
–Genial… deberías invitarlo, para así poder tener todos nuestros orificios llenos.
–Tienes razón… voy por él…
Saliendo presurosa de la habitación baje a la sala, tome mi ropa y me la puse tan rápido como pude para luego escapar de aquella casa, yo había disfrutado de ese trío, pero sentí que dejar que usarán mi trasero sería para otro momento.
*****
Viéndola escapar de aquella casa toda presurosa, guardaba sus pinturas como podía, mientras yo admiraba el lindo trasero que tenía y al verme detrás tomo mi mano y me jalo.
–Todo bien Ren-san…
–Por supuesto Kuro-senpai… Pero debemos irnos.
–Y qué va a pasar con el mural.
–Luego te cuento… o mejor olvidalo…
–Esta bien… Pero solo con la condición de que me ayudes a pintar un nuevo mural.
–Que tienes en mente…
–Quiero pintar a la diosa Andrómeda.
–Está bien.
Sin atreverme a decirle lo que había pasado, ella también parecía estar exhausta, pero qué importa después de todo somos grafiteros y tenemos que estar listos para correr en cualquier momento.
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