UNA APUESTA QUE LLEGO AL ORGASMO

CAPÍTULO 0022 - UNA APUESTA QUE LLEGO AL ORGASMO

Naomi Knight y Tyler

Naomi a recibido la ayuda de Tyler su maestro particular el cual le fue asignado por su madre para que no descuidara sus notas.

Quedando más fascinada con Tyler durante el tiempo que pasan juntos ella a empezado a tener sentimientos por él.

Iniciando así un juego de seducción Naomi se le insinúa y Tyler aunque al principio se niega termina por aceptar una apuesta que ella le propone.

Pues si ella logra pasar su examen de matemáticas, él va a dejarla de ver cómo su alumna y tendrán sexo, pero si ella falla promete dejarlo en paz.

Obteniendo lo que tanto desea después de pasar el examen se relaja, mientras espera la llegada de Tyler el cual va a comprobar la nota y cumpliendo con lo prometido a partir de entonces él va a enseñarle otra clase de cosas.

*****

Me llamo Naomi y vivo con mi madre la cual es divorciada y hace unos días con el pretexto de que el divorcio me había afectado decidió que necesitaba un maestro de estudios, aunque al principio me negué al ver su apariencia quedé flechada de inmediato.

Empezando así a convivir con Tyler, los días pasaban y yo me le insinuaba provocándolo, sentándome en su regazo y frotando mis nalgas en su pene hasta que no pudo más y fue muy directo.

-Y tu que tienes… acaso estás loca si tu madre te ve comportandote de esta manera… sabes lo que me espera…

-Lo se y no me importa… 

-Tu si que estás loca Naomi… sabes que yo te enseño como un favor para tu madre...

-Y dime nunca se te pasó por la cabeza meterte conmigo…

-Jamás…

-Estás seguro…

Mostrándole mi escote resultó que se resistía a pesar de todo, por lo que al estar tan deseosa se me ocurrió proponerle un trato.

-Te propongo un trato… si yo logro aprobar el examen de matemáticas tú tendrás sexo conmigo…

-Eso sí que es algo imposible… tú jamás podrías aprobar matemáticas sin mi ayuda...

-Entonces qué opinas… ¿Tenemos un trato?... si yo desapruebo matemáticas… prometo dejarte en paz… y si no tendremos sexo…

-Adelante tenemos un trato…

Aceptando la apuesta sabía que debía valerme de todos mis trucos si quería pasar y fue por lo que me preparé como era debido para pasar el examen.

*****

Pasando los días cuando revise la nota de mi examen estaba tan feliz y cité a Tyler justo el día que mi madre tenía una reunión, para así poder estar a solas y que así comprobará que no estaba mintiendo con respecto a mi nota.

Lo cierto es que para el viernes por la noche ya había elegido qué ropa debía ponerme para aquel bello momento.

Queriendo parecer mayor me había puesto un brasier translúcido con bordados y una pequeña tanga que apenas cubría mi vagina y al acomodarla vi como entraba entre mis nalgas.

Poniéndome una blusa escotada mis pezones se notaban demasiado y ni qué decir de la falda que marcaba mis caderas y trasero.

-Ya está aquí… llegó antes de lo previsto...

Escuchando el timbre tomé unos tacones altos y me los puse, bajando el nerviosismo que sentía hacía que me mojara.

Abriendo la puerta ahí estaba parado y me miró de pies a cabeza, antes de acercarse y darme un beso en los labios, aspirando su fragancia me sentí nerviosa pues con su mirada parecía devorarme.

-Buenas noches… luces hermosa…

-Gracias…

-Por cierto te traje una pizza y vino para cenar…

-Bueno si esperas voy por unos platos y unas copas…

-Adelante te espero...

Alejándome caminaba moviendo mis caderas solo para provocarlo, mientras Tyler revisaba mi examen que estaba sobre la mesa.

-Se ve que cumplistes…

-Y yo espero que cumplas con tu palabra...

-Por supuesto…

Viendo cómo me guiñaba un ojo solo sonreí y siguiéndole el juego sin darme cuenta lo sentí detrás de mí y provocó que sintiera un leve orgasmo por lo que cerré aún más mis piernas.

-Espera no deberíamos cenar… primero…

-Por lo general… primero me como el postre..

Lo cierto es que sus manos recorrían mi cuerpo y fueron subiendo centímetro a centímetro por mis muslos hasta mi trasero, buscando palpar algo más sus manos se metieron por debajo de mi falda.

Estaba tan mojada que mis pezones habían crecido y se marcaban, cerrando mis piernas de golpe al sentir como sus dedos quedaron a unos centímetros de mi vagina solo sonreí torpemente.

Quería que subieramos a la habitación, pero estaba segura que no llegaríamos pues estaba despertando su instinto al rozarme su pene.

Sintiendo más que su mirada me pegaba a él y sabía sus intenciones como hombre al apoyarse contra mi.

-No crees que deberíamos al menos subir a la habitación… 

-Descuida tenemos toda la noche y mientras más rápido comencemos más tiempo gozarás…

-Pero...

Ignorando mis palabras sus manos recorrían mis piernas y empecé a perder el control, cuando Tyler levantó mi falda y sus manos recorrían mis muslos.

Sintiendo mi respiración entrecortarse al escuchar cómo bajó su cremallera utilicé mis manos para sentir su pene, cerrando mis ojos lo masturbe con suavidad solo para palpar lo grueso y largo que era y al hacer a un lado mi tanga estaba perdida, sus dedos entraron en mi vagina y cuando se acomodó para tomar posición sacó sus dedos de mi vagina y fue su pene el que se abrió paso.

Enterrándomelo de golpe me hacia gemir como una loca, al cogerme de forma constante podía sentir su pene entrar y salir de mi vagina, llenándome por completo los orgasmos múltiples que me sacaba me llenaban.

Con cada una de sus embestidas yo apoyaba mis manos en el filo de la repisa, mientras sus manos rompían mis prendas me dejó completamente desnuda solo con mi tanga.

Masajeando mis tetas cuando me sentó sobre la mesa rompió mi tanga y me la metió por la boca para acallar mis gemidos, sintiendo como me ponía más estrecha me bombeaba tan fuerte que me negaba a dejarlo detenerse.

Tyler literalmente me estaba destruyendo al tenerme en una posición más que incómoda al ser golpeada por su pelvis.

Con las piernas sentía como su pene estaba deformando mi vagina y pensaba que a partir de ahora ya no existiría otro hombre para mi.

Dejando de ser mi maestro ahora se encargaba de hacerme gozar como nunca, mordiendo mis pezones su único objetivo era destrozarme.

Hasta que sentí como su semen empezó a llenarme, impregnando mi interior me sentía una perra al haber alcanzado mis límites.

Después de esto simplemente me cargó y tomó la pizza, dirigiéndose a mi habitación se desnudó y comimos en la cama antes de volver a tener sexo tres veces más donde me enseñó a mamarle su pene.

Volviéndonos así más cercanos ahora no solo lo veía cuando me daba clases sino que también me invitaba a salir y me enseñaba otra clase de cosas que aún no conocía como es el sexo anal.